Cielos que no podrás dejar de mirar.

Desde la antigüedad los pueblos han observado el cielo, cada vez que el hombre a alzado su cabeza , ha dicho o hecho cosas fascinantes.
Girodano Bruno ya en el siglo catorce predijo que el sol era una estrella entre millones, y a su alrededor giraban planetas (entre ellos La Tierra), pocos años después en 1906 Galileo Galilei observó la Luna por primera vez a través de un telescopio, detectó que no era lisa y que tenía cráteres. Dos siglos después Giovanni Battista Riccioli y Francesco Maria Grimaldi, le pusieron nombre a esos cráteres.

Han pasado más de 40 años desde que Neil Amstrong llegó a la Luna, pero su alunizaje nos sigue sobrecogiendo. Las ideas y los logros de todas esas personas cambiaron la manera en que entendemos el cosmos y nuestra forma de mirar al cielo.
Mirar al cielo nos ayuda a cambiar las perspectivas de las cosas y de alguna manera ser más felices.
Relajarse observando el cielo nocturno es tarea imposible en núcleos urbanos, donde la contaminación ambiental y lumínica las esconden de nuestra vista. Y por otro lado nuestro ritmo de vida acelerado no nos permite tener tiempo para la observación astronómica.
Malanquilla está en una de las zonas de España con menor contaminación lumínica, como podéis observar en la imagen.
Nos encontramos en uno de los triángulos oscuros de España y de Europa.
Además de la contaminación lumínica, en astronomía, se utilizan dos parámetros fundamentales para medir la calidad del cielo: el seeing y la transparencia.
En zonas de mucha altura, como los 998 metros de Malanquilla, hacen que la turbulencia de la atmósfera sobre los astros (seeing) sea menor que otras zonas de la península. Y la transparencia, que indica lo limpio que esta el cielo en cuanto a la contaminación atmosférica, el poco polvo en suspensión o la cantidad de nubes hacen que nuestro pueblo sea un sitio inmejorable para observación.
Vamos que tenemos cielos oscuros, limpios y sin turbulencias,
¡qué más podemos pedir!
Observando el cosmos podrás volver a ponerte en contacto con la naturaleza y conectar contigo mismo; ven a Malanquilla a observar las estrellas en silencio.
No necesitas nada, simplemente algo de abrigo y salir a andar y en zonas como el kilómetro, el Molino de viento o el balsete de los Orcajos, son sitios inmejorables para ver este fantástico firmamento.
Puedes venir con prismáticos, o con tu telescopio, hay sitios de fácil acceso para instalarlos. Y si eres aficionado a la fotografía nocturna no encontrarás mejor sitio para hacer fotos del cielo profundo.
Además de todo esto puedes complementarlo con otras actividades, como una visita al gastrobar, o una noche en la casa rural, y no te puedes perder una excursión en burro, en quad o una de las maravillosas rutas en montan bike.
Prueba de ello os dejamos una exposición de fotografías nocturnas y de la vía láctea realizadas desde el molino de viento por amigos que nos visitan.